A empresario acusado de corrupción le devuelven sus carros de lujo
El Tribunal Supremo de Brasil le pidió que no los usara.
El Tribunal Supremo de Brasil autorizó hoy al expresidente Fernando Collor de Mello a guardar en su garaje cuatro automóviles de alta gama que le fueron incautados en el marco de una investigación sobre las corruptelas en la estatal Petrobras, pero le negó la posibilidad de usarlos.
La decisión aclara que los vehículos deberán permanecer guardados y atiende un pedido del propio expresidente y actual senador, quien argumentó que los automóviles, retirados de su residencia hace tres meses y trasladados a un depósito judicial, demandan "cuidados especiales" por su elevado valor.
De ese modo, Collor de Mello podrá llevar de vuelta a su casa un Ferrari 458, un Lamborghini Aventador, un Land Rover Range Rover y un Bentley Continental Flying Spur.
Un Porsche Panamera S, sin embargo, permanecerá en el depósito judicial pues como propietaria aparece una empresa del senador, que presentó la solicitud al Supremo a título personal, según explicó el magistrado Teori Zavascki en su decisión.
Los vehículos fueron incautados el pasado 14 de julio en el marco de las investigaciones sobre las corruptelas en Petrobras, que han salpicado a medio centenar de políticos y a una veintena de empresas privadas.
La justicia explicó que la aprehensión de los vehículos respondió a la sospecha de que fueron adquiridos con dinero que Collor de Mello habría obtenido gracias a la corrupción petrolera.
Collor, senador del oficialista Partido Laborista Brasileño (PTB), gobernó Brasil entre 1990 y 1992, cuando renunció al cargo en medio de un sonado escándalo de corrupción, aunque finalmente fue absuelto por la justicia de todas las acusaciones.
El exmandatario volvió a tener problemas con la justicia este año, cuando fue incluido entre los políticos que supuestamente se beneficiaron de los fraudes detectados en Petrobras.
EFE